martes, 15 de enero de 2013

Diez pautas de comportamiento en un ceremonial genérico

Pautas de comportamiento en un ceremonial genérico, por Marco Antonio Raya. 


1. Desnudarse delante de ella.

2. Ser una especie de satélite alrededor del muerto. Tres moscas tiene Satán y hay hueco para una más, siempre que no moleste. No da para tanto el rabo del Arcángel.

3. Elevarse con gracia sobre las úlceras de una ciudad. Fotografiarlas. Dibujarlas.  Esbozarlas. Deglutirlas. Recordarlas y luego encontrar alguien que pueda publicar la tirolina de carne que ha proyectado. Puede ser incluso la propia úlcera, girando sobre sí mismo en cadencia helicoidal, siempre hacia arriba. Y girar como la peonza en que se ha convertido un niño gordo cuando busca morder su propio trasero, su inseguridad, pura carne inocente pivotando sobre el hueso que no lo puede soportar.

4. Corretear por las esquinas muertas de un cuerpo abandonado.

5. Alejándose del agua, dibujar corchetes con una uña afilada en la piel de un observador al azar. Admirar la resistencia de la piel y las entrañas ante un empuje tan soberbio, tan artístico. Tan frugal.

6. Levantar uno de sus párpados. Observar que no cae. Observar el brillo de los conejos cuando ven venir despacio a la muerte. Qué pena ese ras de suelo.

7. Saberse solo. Saberse sola, también. Porque están solos. Mucho. Muchísimo.

8. Abrazar todo lo que se mueva. Animal, persona, objeto. Abrazar ectoplasma. Abrazar mierda, fluidos, polvo. Abrazar estupideces y no abrazar, como la negación del abrazo. Golpear una mano con otra mano, golpear a todo lo abrazado. Quemar las manos, las propias manos, lentamente.
 
9. Convertirse en un payaso. Fotografiarlo. Borrar al payaso. Fotografiar el palimpsesto en que su cara habrá quedado.Tropezar con alguien cuando se huye del asco. Clavar la mirada en un postoperatorio y no escapar de ahí, nunca. A no ser que alguien le invoque. Esperar a ser invocado.
 
10. Sonreír. No ganar, nunca.


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